DESMONTANDO MITOS…
¿Estás embarazada o quieres ser mamá próximamente? y… ¿ Tienes gato?
Seguramente, alguien te ha mencionado que las embarazadas no pueden tener gato.
Te daremos una pista antes de que te leas el artículo entero: no, no tienes que dejar de hacer mimitos a tu gato.
Es frecuente que los médicos y ginecólogos adviertan a las mujeres embarazadas o con planes de tener hijos sobre los potenciales peligros del contacto con los gatos, pero antes de que sigas leyendo te tranquilizaremos contándote que:
Existen numerosas evidencias científicas que demuestran que el contagio de T. gondii a los seres humanos por contacto con las heces de un gato infectado es poco probable y que la gran mayoría de las personas que se infectan lo hacen a través de la ingestión de carne poco cocinada, ingestión de vegetales u hortalizas contaminados con ooquistes del parásito o por el contacto directo con suelos contaminados.
Por tanto es erróneo asumir que siempre que una persona se infecta con T. gondii, el origen de la infección ha sido el contacto con un gato. Los gatos infestados por T. gondii son los responsables de diseminar el parásito al ambiente dentro de sus deposiciones, pero las heces de gato recién eliminadas no suponen un riesgo real de contagio, ya que contienen ooquistes aún no esporulados que no son infecciosos. Para ser infecciosos, los ooquistes deben
esporular, lo cual sucede entre las 24 horas y los 5 días tras la deposición de las
heces.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un protozoo parásito llamado Toxoplasma gondii, un parásito intracelular obligado. Se considera una zoonosis, es decir, una enfermedad cuya vía de transmisión va desde los animales a los seres humanos mediante diferentes mecanismos de contagio, por ejemplo, la ingestión de alimentos contaminados o la manipulación de heces de animales portadores.
Este parásito se encuentra en mamíferos, animales acuáticos y aves, pero la especie felina es su hospedador definitivo.
En España carecemos de datos objetivos que nos ayuden a cuantificar la prevalencia de la enfermedad, pero se calcula que podría estar en torno al 25%.
Pero… ¿Cómo se contagia mi gato?
La toxoplasmosis en gatos se contagia por vía oral. El gato ingiere quistes que se encuentran en tejidos o heces de otros animales. Es característica de la toxoplasmosis en gatos la formación de quistes. Durante la primoinfección por T. gondii, el gato libera ooquistes no esporulados a través de las heces durante tan sólo una a tres semanas y, tras ello, queda como portador de quistes en sus músculos y vísceras. A partir de este momento no elimina ooquistes en las heces y, por tanto, no supone un riesgo para las personas.
¿Cómo me contagio yo?
- Entrando en contacto con heces de gato que contengan el parásito. Puedes ingerir accidentalmente los parásitos si te tocas la boca después de realizar tareas de jardinería, limpiar una caja higiénica o tocar cualquier cosa que haya entrado en contacto con heces de gato infectadas. Los gatos que cazan o que se alimentan con carne cruda son más propensos a albergar T. gondii.
- Ingiriendo directamente restos de heces de gatos infectados: por Toxoplasma gondii que se encuentren en la fase de eliminación de ooquistes. Al menos deben haber transcurrido 24 horas después de la deposición.
- Consumes agua o alimentos contaminados, que estén crudos o poco cocinados: La carne de cordero, cerdo y venado tiene más probabilidades de estar infectada con T. gondii. En ocasiones, los productos lácteos sin pasteurizar también pueden contener el parásito.
- Usas cuchillos, tablas para cortar u otros utensilios contaminados. Los utensilios de cocina que entran en contacto con la carne cruda pueden albergar los parásitos, a menos que se laven cuidadosamente con agua caliente y jabón.
- Comes frutas y vegetales sin lavar. El parásito puede estar presente en la superficie de las frutas y los vegetales. Para estar seguro, lava a fondo y pela todas las frutas y los vegetales, especialmente los que comas crudos.
- Recibes un trasplante de un órgano o una transfusión de sangre infectados. En raras ocasiones, la toxoplasmosis se puede transmitir mediante el trasplante de órganos o las transfusiones de sangre.
¡¡La infección no se produce tocando o acariciando al gato!!
Los veterinarios de pequeños animales, que están en contacto físico frecuente con gatos, no presentan una mayor seroprevalencia que personas con otras profesiones.
¿Qué hago con mi gato?
Nada que no hagas a diario; no hace falta que dejes de tener contacto con él, aunque hayas oído que no puedes hacerte cargo de la limpieza de sus deposiciones o incluso que tendrías que deshacerte de él.
Si te quedas más tranquila, puedes delegar la limpieza de sus heces en otra persona; pero si no tienes esa opción, bastará con que lo hagas con guantes (para evitar que algún resto pueda alojarse bajo las uñas) y lo más rápidamente que puedas, a diario (para que las heces no pasen demasiado tiempo en la bandeja y el protozoo no pueda proliferar en ellas). Por supuesto, después debes lavarte las manos concienzudamente (suponemos que eso ya lo hacías).
Si estás embarazada, en tu primera analítica sabrán si eres positivo o negativo frente a Toxoplasma, ¿Quieres saber porqué?
En mujeres embarazadas no expuestas previamente a T. gondii (seronegativas) la infección puede provocar abortos, muertes neonatales, importantes malformaciones congénitas y secuelas neurológicas graves en el feto. La severidad del cuadro producido por la infección con Toxoplasma gondii durante la gestación varía con la edad del feto en el momento de la infección; es mayor en las infecciones contraídas durante el primer trimestre de
gestación.
En cambio, si la mujer embarazada ha sido infectada previamente a la gestación (y por lo tanto presenta anticuerpos frente a T. gondii), nunca se producirá el contagio al feto ya que su inmunidad la protege frente a nuevas reinfecciones.
¿ Qué medidas que se deben tomar para evitar el contagio por parte de una mujer embarazada o cualquier otra persona?
– Se debe comer siempre carne cocinada a altas temperaturas durante 10 minutos, o congelar las carnes a -20ºC durante dos días si se van a consumir poco hechas.
– Se deben lavar adecuadamente las verduras siempre antes de su consumo.
– Se debe beber sólo agua potable o de procedencia conocida o tras ser filtrada/hervida si se desconoce su procedencia.
– Se deben utilizar guantes durante las labores de jardinería y al manipular carnes crudas, o lavarse adecuadamente las manos tras ello.
– Las bandejas de arena de los gatos deben limpiarse diariamente con una paleta. Las mujeres embarazadas deben evitar manipular la bandeja de arena, pero si esto no fuese posible es recomendable que lo hagan con guantes
desechables y mascarilla. Para desinfectar la bandeja el mejor método es el agua hirviendo o el vapor a presión, pues los ooquistes esporulados son resistentes a la mayoría de desinfectantes.
Las evidencias científicas disponibles en la actualidad demuestran que el contagio de toxoplasmosis de gatos a personas, incluidas mujeres gestantes y enfermos de SIDA, es altamente improbable siguiendo unas normas básicas de higiene. Por lo tanto consideramos completamente injustificado el abandono o rechazo de los gatos en caso de un embarazo en la familia, aunque éste sea el consejo de algunos médicos.
Los gatos aportan numerosos beneficios psicológicos y bienestar emocional a las personas que disfrutan de su compañía, especialmente cuando forman parte de la familia como uno más de sus miembros.